Así se le bautizó en su momento a la ridícula fuente que está en la Rambla de La Mancha, enfrente del edificio de Bancaja. Es pequeña, ridícula, fea, obsoleta y, además, siempre está embozada. Para tener eso ahí, es mejor no tener nada. Propongo que la quiten definitivamente y que no pongan nada en su lugar. Así habrá más espacio para andar, ea.
Saludos.